La salud se encuentra preparada ante los posibles hechos de un desastre natural

Por Maria Cristina Rondón

Los colombianos somos conscientes de los desastres naturales que ocurren en el territorio nacional debido a las muchas, pero muchas malas experiencias que hemos vivido y que nos ha afectado física, económica y socialmente. Unas Algunas de ellas han sido provocadas por el cambio climático que vive el mundo hoy en día debido al calentamiento global; las extremadas sequías que afectan especialmente a los campesinos, pescadores y demás personas que laboran en la tierra y ríos, las abundantes y desbordantes lluvias que provocan deslizamientos y alud de tierras dejando a familias sin hogar y lastimosamente a las familias enteras fallecidas.

Todo lo anteriormente mencionado tiene como fin nombrar un tema que pocos (nadie) conocen. Que se encuentra entre lo más oscuro y profundo de la tan temerosamente aburrida salud pública, el lord del repudio por ser innecesariamente extenso y aburrido. Pero el lord del miedo tiene una biblia que profesa, una de las tantas biblias que tiene en su poder. En el Plan Decenal de Salud Pública en este encontramos alrededor de 8 importantes dimensiones que aparte tienen 2 transversales que por ahora no nos interesa ni tampoco las otras 7 dimensiones porque solo se mencionara una muy olvidada la tan conocida y nada relevante Dimensión de Salud Publica en Emergencia y Desastres.

La dimensión de salud pública en emergencia y desastres es un punto importante para el manejo del impacto negativo en la salud pública, en el medio ambiente y la salud de las personas. En ella podemos encontrar que tiene varios énfasis como la prevención, el manejo, la educación, la preparación de las personas y comunidades ante las emergencias y desastres. La dimensión de emergencia y desastres pone como carta de implementación la Gestión Integral del Riesgo en Emergencia y Desastres; donde se encuentra lo anteriormente dicho y también evalúa el riesgo junto con la vulnerabilidad en los territorios de todo el país, una acción encaminada a “la protección de individuos y colectivos” para así poder reducir el impacto de los desastres a la salud de los colombianos.

Por último, en la dimensión en emergencias y desastres cabe resaltar que tiene un componente importante que es la respuesta en salud ante situaciones de urgencias, emergencias en salud pública, las metas a las que pretende llegar este componente en 2021 son mediante el plan nacional sectorial de gestión integral del riesgo y desastres socializadas al país (que problemáticos son los textos del gobierno sobre salud pública), seguido que el 100%  de los entidades del país utilicen el Reglamento Sanitario Internacional del 2005. Que en los hospitales mejoren la seguridad hospitalaria al 100% y además que exista un buen manejo de la sangre y de los componentes sanguíneos dándoles así un trato de calidad por ser materiales de mucho cuidado; también se plantea el fortalecimiento en el área de toxicología donde las IPS y las personas puedan acceder las 24 horas del día.  Las estrategias del componente tienen como propósito “el fortalecimiento de la capacidad sectorial, transectorial y comunitaria para así estar al activo y responder a los eventos de importancia nacional e internacional.

Para cerrar debemos analizar esta dimensión y saber si en Colombia se está trabajando y fortaleciendo esta dimensión para poder de verdad tener un país con sus ciudadanos preparados ante las emergencias y desastres y unas instituciones de salud seguras y fortalecidas para la atención ante una eminente emergencia.

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